Convirtiendo jóvenes promesas en futuros productivos

 

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Juventud, el Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio (F-ODM) está trabajando para llevar esperanza y oportunidades a cientos de miles de jóvenes en todos los rincones del planeta, a los que intenta ayudar a encontrar un empleo digno que les permita embarcarse en una vida plena y productiva.


Los programas conjuntos financiados por el F-ODM están contribuyendo a la formación de jóvenes de 14 países en los cinco continentes, colaborando con los gobiernos para mejorar los sistemas educativos, impulsar políticas públicas para promover el pleno empleo entre los jóvenes y delinear estrategias para ayudar a minimizar los riesgos de la migración entre los jóvenes, especialmente en las áreas rurales.


“Hoy hay más jóvenes que nunca en el mundo, de los que más de 1.000 millones viven en países en desarrollo. Aunque provistos de energía e ideas, muchos de ellos carecen de educación, libertad y oportunidades para tener una vida digna”, asegura la directora del F-ODM. “Nuestros objetivo es convertir a estas jóvenes promesas en futuros productivos y realizados”, añade Sophie De Caen.


En Nicaragua, donde el 70 por ciento de la población es menor de 30 años, y de ellos el 45 por ciento están en paro, el Fondo ha lanzado un programa para enseñar a 8.500 jóvenes sobre sus derechos a tener un empleo digo, a adquirir nuevas habilidades profesionales y a establecer alianzas con el sector privado para garantizar la creación de puestos de trabajo a los más jóvenes.


En Serbia, la tasa de desempleo supera el 46 por ciento, y el F-ODM está colaborando con las autoridades para ofrecer trabajo y nuevas oportunidades a través de becas, entrenamientos y periodos de prácticas en empresas a más de 2.200 jóvenes de hasta 30 años de zonas desfavorecidas del país a través del Fondo para el Empleo Juvenil.


El foco de atención del programa conjunto en Paraguay se dirige a los jóvenes en situación de pobreza y vulnerabilidad, con una mirada especial para las trabajadoras del servicio doméstico, a través de cursos de capacitación técnica y laboral, programas para fomentar los emprendimientos empresariales, el uso de las remesas y el mayor respeto a sus derechos desde una perspectiva de género.


En Albania, país con unos de las tasas de emigrantes más altas del mundo, el F-ODM trabajo en dos de las zonas más desfavorecidas para identificar oportunidades de empleo y entrenamiento a los jóvenes.


China es otro de los países donde el F-ODM está ayudando a las autoridades a lidiar con los beneficios y los retos del mayor movimiento migratorio que se está registrando en la historia de la humanidad, donde más de 200 millones de personas de las zonas rurales del interior del país, muchos de ellos jóvenes, emigran a los centros urbanos en busca de empleo.


En estos momentos trabaja con 120 socios, entre ministerios, agencias de Naciones Unidas, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil, para impulsar políticas públicas que protejan a los migrantes y sus familias, además de ofrecerles asistencia médica y legal, registrar a sus hijos y prepararles para los retos y desafíos de la vida urbana a través de formación vocacional.


“Los jóvenes representan nuestra mejor recurso para el desarrollo y la innovación. Es nuestra responsabilidad proveerles de las herramientas que necesitan para labrarse un futuro mejor por ellos mismo manteniendo la promesa del pleno empleo marcada en uno de los Objetivos de Desarrollo del Mileno”, afirma De Cahen.


Los proyectos de la ventana temática de Juventud, Empleo y Migración cuentan con 80 millones de dólares del F-ODM y forman parte de los esfuerzos globales que se están haciendo para cumplir el primer ODM de acabar con el hambre y la pobreza para el año 2015 ofreciendo oportunidades laborales a todo el mundo, incluidas las mujeres y los jóvenes.


Photo: Jóvenes trabajando en una fábrica de zapatos en Shkodra (Albania)

Share |