Las charapas del Yasuní

 

Por uno de sus huevos se paga hasta medio dólar en los mercados locales y solo el año pasado se llegaron a vender hasta 7.000 en un mismo día. Hablamos de las charapas, un tipo de tortuga de agua dulce extendida en la cuenca amazónica de Ecuador, que vive amenazada por la sobreexplotación de sus huevos para el consumo y comercialización descontrolada en la zona. Sin embargo desde hace un par de años cuentan con unos aliados de excepción.


Convencidas del enorme valor de esta especie, cinco comunidades indígenas kichwa y waorani asentadas en las riberas de los ríos Napo y Tiputini desarrollan desde hace casi tres años el Proyecto de Manejo Comunitario de Tortugas Charapas, una iniciativa impulsada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con financiación del Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM).


Para algunos la mascota perfecta, para otros un delicioso manjar. Las charapas son, ante todo, una parte esencial de la cadena alimenticia de los ecosistemas acuático y terrestre que habitan en la Reserva de la Biosfera Yasuní, considerada la región de mayor biodiversidad de América del Sur. Son, además, unas grandes aliadas del hombre porque ayudan a limpiar las aguas y hacer navegables los ríos de la zona.


Con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente de Ecuador y seis agencias de la ONU, el programa ejecutado por la ONG WCS Ecuador comenzó en el verano del 2008 con la construcción por parte de la comunidad de cinco playas artificiales para incubar los huevos y diez piscinas para la crianza de las tortugas recién eclosionadas. Una vez que alcanzan un tamaño adecuado para su supervivencia se procede finalmente a la liberación de las charapas.


Desde entonces han vuelto a su hábitat natural casi dos millares de tortugas, la última vez hace dos meses en el río Napo, con la esperanza de que en unos años vuelvan a depositar sus huevos para garantizar su reproducción. Don Humberto, uno de los líderes de la comunidad que participa activamente en todo el proceso, cuenta orgulloso que la gente ya ha empezado a ver a las tortugas identificadas con un número en su caparazón.


La liberación de charapas forma parte de uno de los cuatro programas conjuntos que financia en Ecuador el Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio (F-ODM). Su ambicioso horizonte es la conservación y manejo sostenible del patrimonio natural y cultural de la Reserva de la Biosfera Yasuní, enmarcado dentro del ODM 7, que aspira a garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.


A partir de un programa de capacitación y educación ambiental sobre el manejo y conservación de esta especie y su hábitat, los responsables de la iniciativa quieren involucrar también a los niños y niñas de las escuelas locales, siempre con la mirada puesta en crear conciencia entre los jóvenes para garantizar en el futuro la continuidad del proyecto, contribuyendo así a la conservación a largo plazo de las charapas en el Parque Nacional Yasuní.




Haga clic aquí para ver un video sobre el Proyecto de Manejo Comunitario de Tortugas Charapas, financiado por el F-ODM.



Share |