Etiopía: No dejes ninguna mujer atrás
Las mujeres de la región etíope de Tigray llevan una vida muy dura, con acceso limitado a servicios financieros, sanitarios, educativos y de apoyo social. Muchas mujeres sufren las consecuencias de prácticas tradicionales nocivas, como la mutilación genital, los matrimonios infantiles y los raptos. El Programa Conjunto “No dejes ninguna mujer atrás” fue creado para empoderar a niñas y mujeres a través de la salud y la educación empresarial, su alfabetización y un mayor acceso a servicios de crédito y salud reproductiva.
El programa aplicó una estrategia integrada para empoderar a sus beneficiarias, poniendo a prueba y ampliando proyectos piloto en diferentes regiones del país. Los componentes del programa incluyen aspectos comunitarios relacionados con la Educación, la Alfabetización y la Salud Reproductiva, incluida la lucha contra el VIH/SIDA e intervenciones para mejorar las condiciones de vida de niñas y mujeres.
Una de las estrategias centrales del programa fue el fomento de capacidades, una iniciativa liderada desde el Gobierno y llevada a cabo por los ministerios sectoriales, que son los que implementaron el programa a nivel subregional. Se reforzaron las capacidades técnicas y de gestión de las oficinas locales, lo que permitió crear proyectos de calidad, demostrar su impacto y asegurar su sostenibilidad.
Algunos de los resultados más destacados:
- Más de 51.000 ciudadanos, de los cuales 28.000 eran mujeres campesinas, participaron en las Conversaciones Comunitarias (CC) para promover la sensibilización respecto a la situación de las mujeres y prácticas nocivas como las bodas infantiles. Esto generó una respuesta positiva en los hogares pobres hacia la salud reproductiva e interés en la educación de los niños, así como en los elementos del programa relacionados con la alfabetización y los medios de vida. Otro de los grandes beneficios de las Conversiones Comunitarias al que hicieron referencia quienes tomaron parte en ellas fue el aumento de la confianza de las mujeres.
- Las personas participantes en el programa reconocieron claramente que la prevención y denuncia de las bodas infantiles fue uno de los principales logros de la iniciativa. En la zona de actuación del proyecto se puso freno a más de 20 casos de matrimonios precoces y el número de niñas/mujeres menores de 18 años que contrajeron matrimonio pasó de 78 en 2009 a 7 en 2012.
- Cerca de 53.000 miembros de las comunidades tomaron parte en las clases de alfabetización. Esto repercutió positivamente también en la matriculación escolar, ya que las mujeres pasaron a ser modelos a seguir en su apoyo a la educación de sus hijos, especialmente de las niñas (lo que se reflejó, entre otras cosas, en una mayor asistencia escolar, en mejores resultados producto de esto último y en el incremento del tiempo concedido por los progenitores a los niños para hacer las tareas escolares). El número de niños que abandonaron la escuela en la zona de actuación del proyecto pasó de 5.770 en 2009 a 1.658 en 2012.
- Un total de 17.376 mujeres obtuvieron acceso a servicios de préstamo durante el periodo de ejecución del proyecto, mientras que otras 24.795 lo hicieron a servicios de ahorro. Los datos analizados indicaban que más de 19.000 mujeres ahorraban de forma periódica.
- Un total de 19.347 mujeres iniciaron Actividades Generadoras de Ingresos (IGA, por sus siglas en inglés) y 69.484 niñas y mujeres fueron contactadas por educadoras seleccionadas en las propias comunidades para informarles sobre las IGA. Estas actividades permitieron a las mujeres diversificar sus medios de subsistencia y aumentar sus ingresos. Las iniciativas de alfabetización ayudaron a las mujeres a dejar constancia escrita de sus proyectos; algunas mujeres aprendieron a cuadrar sus libros de cuentas después de recibir nociones básicas de matemáticas.
- El número de mujeres y niñas que acuden a centros de salud en busca de servicios se duplicó entre 2009 y 2012, alcanzando un total de 202.460 durante el periodo del proyecto. El programa proporcionó capacitación para cerca de 982 trabajadores de extensión sanitaria (HEW, por sus siglas en inglés) en salud reproductiva y en cuestiones relacionadas con el VIH y el género. Alrededor de 350 establecimientos sanitarios fueron equipados para proporcionar atención obstétrica y neonatal de emergencia y otros servicios.
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