Compartiendo esfuerzos contra el desempleo juvenil

 

El desempleo juvenil es uno de los mayores retos a los que se enfrenta el planeta: unos 76 millones de jóvenes en el mundo no encuentran trabajo, y para buscarlo, muchos se ven obligados a emigrar en condiciones arriesgadas y otros tienen que abandonar su educación para ayudar a sus familias.

Pero jóvenes en Perú están recibiendo un empujoncito gracias a una nueva iniciativa que acelera el proceso para obtener permisos de trabajo y miles de serbios están accediendo al mercado laboral tras recibir nuevos cursos de formación empresarial.

El Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) comparte sus experiencias y las de otras iniciativas que financia para impulsar el empleo juvenil durante un evento especial organizado este 8 de febrero en la sede de Naciones Unidas, patrocinado por el Gobierno español.

El foro “Afrontando los retos de la juventud, el empleo y la migración a través de programas conjuntos” analiza maneras de aumentar el acceso de los jóvenes a un trabajo decente y a nuevas oportunidades empresariales, respetando sus derechos fundamentales como trabajadores y migrantes.

Decenas de miles de jóvenes alrededor del mundo se han beneficiado de las iniciativas impulsadas por los quince programas conjuntos de la ventalla temática de juventud, empleo y migración lanzados por el F-ODM en países de América Latina, África, Asia, Europa del Este y el mundo árabe.

En Perú, el programa está intentando romper las barreras que impiden a los jóvenes acceder al mercado laboral a través de CERTIjoven, un programa que agiliza la obtención del permiso necesario para poder aplicar a un puesto de trabajo.

Mientras, en Serbia, donde más de la mitad de los jóvenes están en paro, más de 2.600 chicos y chicas han participado en los cursos de formación empresarial financiados por el F-ODM o accedido a los periodos de formación en empresas.

Las ayudas y subsidios educativos repartidos por el F-ODM en Filipinas han permitido reducir los niveles de ausentismo escolar en un país donde la falta de oportunidades ha forzado a miles de jóvenes a buscar trabajo en el extranjero.

En el caso de China, el programa conjunto trabaja para proteger los derechos y mejorar las condiciones de vida de los 150 millones de personas que emigraron del campo a la ciudad, muchos de ellos jóvenes vulnerables.

En Túnez, jóvenes emprendedores que recibieron cursos de capacitación del F-ODM para empezar sus negocios, como el caso de Najet Salem, que no solo abrió su empresa de alfombras sino que además ha contratado a una veintena de jóvenes.

Los programas conjuntos de Juventud, Empleo y Migración han ayudado a crear puestos de trabajo decentes aumentando el acceso a educación de calidad, ampliando los programas de formación en las empresas e impulsado el autoempleo.

Estos esfuerzos forman parte del trabajo que está haciendo el F-ODM alrededor del mundo para ayudar a los gobiernos en sus planes para intentar alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio de lucha contra la pobreza y las desigualdades.

 

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