Cultura y tradiciones para ayudar a lograr los ODM

 

La contribución del Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) al debate sobre el importante papel de la cultura en el fomento del desarrollo humano sostenible fue uno de los puntos de la sesión de la Asamblea General de la ONU celebrada el 12 de junio

En el Debate Temático, que contó con la participación del Secretario General, Ban Ki-moon, la Administradora del PNUD, Helen Clark, y la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, se escucharon argumentos de numerosos ministros de gobiernos nacionales y ponentes de importantes organizaciones culturales y de desarrollo sobre las diversas maneras en que la cultura puede contribuir al entendimiento interétnico, a la creación de empleo y al crecimiento económico, así como al desarrollo de sociedades plurales, entre otras cuestiones.

Durante su intervención, Ban Ki-moon recordó que la labor realizada por el F-ODM en el ámbito cultural ha llegado a 10 millones de personas en todo el mundo.

"Contamos con nuevas leyes nacionales para proteger el patrimonio cultural y defender su diversidad. Asistimos al nacimiento de una nueva economía creativa global que genera millones de empleos en [sectores como] el turismo, la artesanía, la música, el cine y las industrias creativas. Una economía que está promoviendo la inclusión social y cambiando las actitudes. Debemos aprovechar estos logros para seguir avanzando”, dijo.

La labor del F-ODM en el ámbito de la cultura y el desarrollo se centra en los derechos culturales y la inclusión social, y en reforzar el patrimonio cultural y potencial turístico de los países en que opera. El principal objetivo de las iniciativas consiste en reducir la pobreza, aumentar el empleo y mejorar las oportunidades socioeconómicas de los sectores marginalizados de la población.

La ventana temática Cultura y Desarrollo del F-ODM, con un presupuesto de 94,5 millones de dólares, financia y administra 18 programas conjuntos en Albania, Bosnia-Herzegovina, Camboya, China, Costa Rica, Ecuador, Egipto, Etiopía, Honduras, Mauritania, Marruecos, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Territorios Palestinos Ocupados, Senegal, Turquía y Uruguay.

Entendimiento entre culturas

El F-ODM trabaja con colectivos indígenas y gobiernos para mejorar el entendimiento intercultural dentro de cada país, especialmente a nivel local. Estos esfuerzos contribuyen al Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el número de personas con ingresos inferiores a 1 dólar/día antes de 2015, y prestan especial atención a la participación de las mujeres en las iniciativas.

"Los programas en que interviene el Fondo para el Logro de los ODM han ayudado a decenas de miles de artistas y pequeños operadores turísticos a desarrollar sus mercados, mejorar el diseño y la promoción de sus productos, y facilitar su acceso a vías de financiación”, dijo la Administradora del PNUD, Helen Clark. “Asimismo, se ha prestado apoyo a las capacidades de gobiernos locales y nacionales, ayudándoles a generar un entorno conducente al desarrollo de industrias culturales y otras relacionadas”.

En Uruguay, el F-ODM trabajó con la Dirección Nacional de Cultura en apoyo del teatro, la literatura, la radio, el arte, la fotografía y obras líricas de murga. Las iniciativas se orientaron especialmente a la población carcelaria del país con el objeto de preparar a los presos a punto de cumplir condena para la vida fuera de la prisión.

Mientras tanto, en Ecuador, la cultura y el origen étnico han sido fuente de divisiones sociales, y muchas de sus 14 nacionalidades y 18 etnias sufren discriminación y exclusión. Numerosas iniciativas del F-ODM han contribuido a tender puentes mediante el impulso de la inclusión social y la valoración de la riqueza cultural.

Tejedores de 80 familias de Nizag, en el centro de Ecuador, usan lana y sisal –el principal recurso local– para elaborar ropa y accesorios. El proyecto apoyado por el F-ODM ha contribuido a fortalecer la identidad de estos artesanos y a recuperar conocimientos ancestrales sobre el cultivo, proceso y diseño de objetos artesanales de  sisal.

En los Territorios Palestinos Ocupados, uno de los programas del F-ODM se ocupó de estimular actividades culturales con el fin de mejorar las condiciones de vida y la cohesión social; la Escuela de Interpretación Freedom Theatre (Teatro para la Libertad) produjo la obra “Esperando a Godot” con cinco actores jóvenes del campo de refugiados de Yenín y el respaldo del F-ODM.

En Mozambique, el F-ODM ha ayudado a preservar la tradición de las Timbilas –una expresión cultural única reflejada por este instrumento musical que ha sido proclamada por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad– mediante la creación de viveros comunitarios para reintroducir el árbol Mwendje, cuya madera es uno de los principales materiales usados en la producción de Timbilas. Esta actividad incluye la participación de los fabricantes e intérpretes de Timbilas en la recolección de semillas para ayudar a propagar el árbol, cuya maduración lleva entre 50 y 60 años.

Planes nacionales

La ventana temática Cultura y Desarrollo ha colaborado en la formulación y puesta en vigor de 26 leyes y 21 planes nacionales, y 78 planes locales dirigidos expresamente a divulgar la diversidad cultural en los países y fortalecer las capacidades de las administraciones nacionales y locales.

Las leyes, planes y políticas han beneficiado, al menos, a 565.718 ciudadanos. En 14 países, los programas del F-ODM han mejorado el acceso a nuevos mercados para los proveedores de servicios o productos culturales y/o turísticos, beneficiando a 11.200 ciudadanos, incluidos profesionales de la cultura, artesanos, y proveedores de servicios turísticos. 

Los programas culturales del Fondo han tenido también un impacto positivo en la salud, la seguridad y los ingresos de más de 25.500 personas, de las cuales 10.000 son emprendedores y cerca de 12.000 trabajan en el sector de las industrias culturales.

Las intervenciones programáticas mejoraron las capacidades (a través de actividades de formación y transferencia de materiales y conocimientos) de 1.445 instituciones públicas y 545 privadas. Además, al menos 14.198 funcionarios tomaron parte en programas de formación para la mejora de las capacidades institucionales.

Más del 80 por ciento de los programas intervinieron en la renovación o construcción de un total de 124 unidades de infraestructura cultural que prestan servicio a 2,3 millones de personas, aproximadamente.

"Esta experiencia ha sido extremadamente positiva en términos del impacto que ha tenido sobre el terreno”, señaló la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova. “[Estos programas] son clara muestra de que la cultura es un vehículo fundamental para la sostenibilidad y de que contribuye al desarrollo mediante la inclusión social y la reducción de la pobreza”.

 

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