“Semillas” para empoderar a las mujeres en Bolivia

“Antes no tenía tiempo para nada. El día se me iba ordeñando a las vacas”. Así recuerda Elizabeth Calle Romero las interminables jornadas que se pasaba con sus diez animales esta productora de leche y quesos del municipio de Challapata, en el departamento boliviano de Oruro.

Elizabeth es una de las cientos de mujeres que se están beneficiando de “Semilla”, una de las iniciativas del programa conjunto “Patrimonio productivo y ciudadanía a mujeres en extrema pobreza” impulsado en Bolivia por el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM).

En una primera fase del programa esta productora de quesos recibió una ordeñadora portátil que le ayudó a reducir notablemente el tiempo que tenía que invertir con cada una de sus vacas. “Antes yo tardaba dos horas y media y ahora lo hago en apenas cuarenta minutos”, recuerda.

En una segunda fase obtuvo una sala de transformación para elaborar quesos, y se benefició de unos cursos de capacitación impartidos por expertos de “Semilla”, que pasaron varios días asesorándole sobre diferentes técnicas en su casa de Challapata, a medio camino entre La Paz y Santa Cruz.

“No sólo nos enseñan el manejo adecuado de la leche y el queso, sino que nos apoyan en la nutrición enseñándonos a cocinar y a seleccionar mejor los alimentos, y nos apoyan en lo que es la salud”, añade agradecida esta productora, que aprendió desde niña el oficio de ordeñar y hacer queso.

Casada desde hace diez años y con tres hijos, en temporada baja produce a diario nueve quesos y en temporada alta aumenta a 17, y los comercializa en Oruro, la capital departamental, y Challapata, donde en la actualidad ha logrado acceder a un cargo como autoridad local de salud.

El departamento de Oruro produce en la actualidad unos 40.000 litros de leche diario, de los cuales la mitad son en Challapata, localidad donde mujeres como Elizabeth han puesto en marcha diferentes “unidades económicas rurales”.

Hasta la fecha los esfuerzos sembrados por “Semilla” han permitido a casi 1.300 mujeres de 17 municipios de cuatro departamentos del país acceder a microcréditos con los que han logrado un nuevo patrimonio o aumentar el que ya poseían, y de paso empezar a ejercer plenamente sus derechos.

Para Flora Peñafiel, otra beneficiaria, ahora conocen mejor las exigencias del mercado y han aprendido a elaborar otros derivados de la leche, lo que les ayuda a ampliar las ganancias, mientras que Desideria Choque agradece el apoyo recibido ya que les ha permitido “crecer y superarse”.

Por su parte, Lourdes Torres destaca que tienen más motivación para seguir trabajando y además lo hacen junto a sus esposos, que se han convertido en un equipo para sacar adelante el emprendimiento. “Ahora es una responsabilidad compartida con la familia”, añade.

“Semilla” desarrolla actividades de fortalecimiento a emprendimientos productivos liderados por mujeres y busca crear mayores oportunidades económicas, elevar la rentabilidad de las iniciativas y generar condiciones para un ambiente institucional favorable a los derechos de las mujeres.

Todo ello en un país, Bolivia, marcado por grandes desigualdades sociales y en el que la mujer indígena de las zonas rurales es la más castigada por la pobreza debido a su aislamiento, marginalización y falta de trabajo, y que no poseen tierras ni activos (sólo el 1,2 % de las tierras están a su nombre) .

El perfil medio habla por sí mismo: lideran el 60 % de los hogares debido a la migración masculina, son esposas y madres a los 20 años, con una esperanza de vida de 51 años y asistieron a la escuela tres años aunque no leen ni escriben con facilidad.

El programa conjunto de Naciones Unidas se enmarca en los esfuerzos del Gobierno boliviano, a través del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, por alcanzar antes del 2015 el ODM 1, que se propone erradicar el hambre y la pobreza, y el ODM 3, que busca promover la igualdad entre los sexos.

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