Reforzando la resistencia de las comunidades asoladas por la sequía en Mauritania

Por Brahim Ould Isselmou



Envuelta en un velo oscuro, Fatimetou lleva cargando a su nieta Sabah de dos años, que sufre malnutrición severa, a un centro de alimentación en el sudeste de Mauritania, donde las comunidades se preparan para enfrentar la grave sequia y la peor escasez de lluvia que se ha vivido en las últimas décadas.


Caminaron tres horas desde su aldea remota para llegar al centro. La familia de Sabah apenas sobrevive con los productos de su pequeña granja y consumiendo la leche de la única cabra que tienen.


“Hemos pasado por un calvario desde que Sabah cayó enferma y comenzó a sufrir fiebres altas y diarrea”, cuenta entre lágrimas Fatimetou. “Sin ningún tipo de recursos y totalmente indefensas teniendo que enfrentar las peores condiciones”, añade.


El centro suplementario de alimentos Gadet-Teidouma, que atendió a Sabah, forma parte de una serie de intervenciones financiadas por el Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM) para combatir el alarmante aumento de la malnutrición en dos regiones del sudeste de Mauritania.


En estas regiones, donde los niveles de escasez alimentaria son sumamente altos y las condiciones de vida se deterioran rápidamente, prevalece el problema del bajo peso en los niños menores de 5 años. En 2007 este problema afectaba al 35% de los menores y para 2008 aumento a un 40% lo que representa más del doble del promedio nacional.


El programa conjunto está trabajando con el gobierno para hacer llegar los programas de alimentación y atención terapéutica a las poblaciones de más difícil acceso para asegurar que reciban los alimentos y que tengan el conocimiento apropiado en materia de nutrición y salud.


La idea es mejorar la vida de las personas a través de microcréditos y de alimentos para mejorar las oportunidades de trabajo, ayudando a que las comunidades salgan de la pobreza tienen mayor resistencia y capacidad de sobrevivir a las sequias y a otros problemas.


"El empoderamiento y el liderazgo de la comunidad son los elementos clave de este programa, que está produciendo importantes resultados que impactan en la vida de los niños'', dijo Ahmed Ould Sid Ahmed Ould Aida, coordinador del programa conjunto.


Más de 7.700 niños y 300 mujeres han sido tratados por desnutrición y 108.000 niños han recibido suplementos de vitamina A y tratamientos antiparasitarios. También han puesto en marcha un proyecto para reparar los diques de la región donde los empleados colaboraron a cambio de alimentos y también contribuyeron a la reparación de las granjas comunitarias.


Miles de agricultores se han beneficiado de los microcréditos para invertir en el mantenimiento de su ganado y las poblaciones de Aldea de Seguridad Alimentaria se han creado para proteger a las comunidades de los altos precios.


"Lo que hizo este programa único y prometedor es la solidez del enfoque, que implica a todos los interesados , teniendo en cuenta todas las dimensiones del problema y se integra de las intervenciones esenciales'', señaló Cheikh Ould Abdellahi, Wali el gobernador de Hodh Garbi, una de las regiones seleccionadas.


El programa - una colaboración entre el gobierno de Mauritania y el UNICEF, la FAO, el PMA y la OMS - es parte del innovador enfoque del F-ODM para superar los obstáculos y las barreras a través de acciones conjuntas y ayudar a los países a alcanzar las Metas del Milenio de lucha contra la pobreza con una atención especial a las comunidades más desfavorecidas.


En Mauritania, las dos regiones seleccionadas por el programa conjunto han obtenido más herramientas para atender sus problemas y hacer frente a la adversidad.


Aunque aún queda mucho trabajo por delante, para la familia de Sabah, los resultados fueron inmediatos. "El centro de atención ambulatoria se hizo cargo de ella con alimentos, medicamentos y atención terapéutica de inmediato. Cuando fue dada de alta y curada, su estado nutricional mejoró rápidamente, gracias a la alimentación suplementaria que recibe del centro de la comunidad'', dijo su abuela.


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