Mauritania: Integración de la gestión ambiental local en el proceso de planificación

La región suroccidental de Mauritania se enfrenta a problemas ambientales considerables, con un deterioro continuado de los recursos naturales, poblaciones que viven en condiciones de pobreza y sin acceso a servicios básicos. En las zonas rurales sólo el 20% de los hogares tiene acceso a sistemas de saneamiento y dos terceras partes de la población vive por debajo del umbral de pobreza, lo que multiplica la degradación de los recursos. Este Programa Conjunto estuvo dirigido a promover la gestión sostenible de los recursos naturales y el acceso a servicios de agua y saneamiento, así como a asegurar la integración de las cuestiones medioambientales en los procesos nacionales de planificación.

El programa utilizó un enfoque participativo desde la base y centró su actuación en abordar los desafíos conectados al logro de los ODM con la mirada puesta en dos resultados estratégicos:

1. Promover la gestión sostenible de los recursos naturales, las buenas prácticas higiénicas y el acceso al agua potable y el saneamiento a través de un enfoque participativo hacia las poblaciones seleccionadas;
2. Fortalecer las capacidades nacionales para integrar las consideraciones medioambientales en los procesos de planificación.

El proyecto fue ejecutado por el Ministerio Delegado para el Medio Ambiente en colaboración con los departamentos competentes, las comunidades locales, ONG y organizaciones de base.

Estos fueron algunos de los principales resultados:

• El programa creó condiciones favorables para la recuperación de los ecosistemas naturales en las zonas de intervención y para la mejora y diversificación de las fuentes de ingresos de las comunidades locales.
• Las poblaciones de las 155 zonas de intervención, preparadas y supervisadas por unas 30 ONG, contribuyeron activamente a la regeneración de casi 324 hectáreas de cultivo del árbol del caucho y al desarrollo de 295 hectáreas de silvicultura, a la estabilización de 742 hectáreas de dunas y la protección de 5.800 hectáreas de terrenos agrícolas, 65 escuelas, 14 centros de salud, 490 comercios, 60 mercados, 260 puntos de agua y numerosos hábitats, tanto tradicionales como modernos.
• Se regeneraron 20 hectáreas de manglares en el área del Parque Nacional Diawling, para lo que los habitantes de las aldeas de la zona cultivaron y trasplantaron 40.000 plantas. Asimismo, los residentes locales, agrupados en cooperativas y ayudados por diversas ONG, asumieron la gestión participativa de tres bosques clasificados.
• La gobernanza del sector hídrico mejoró sustancialmente. Se puso en marcha un Comité Permanente del Consejo Nacional del Agua, se procedió a la formulación del Proyecto de Planificación y Gestión Integrada del Agua y sus estrategias fueron adoptadas por el Consejo Nacional del Agua. Además, se crearon 155 comités de aldea y 25 cooperativas locales.
• Se facilitó el acceso de casi 28.000 beneficiarios en ocho localidades distintas a servicios de agua limpia. Más de 12.800 nuevos hogares tienen acceso a servicios de saneamiento y disfrutan de prácticas higiénicas mejoradas. Las comunidades locales  construyeron más de 6.500 letrinas. Más de 260 puntos de la región de Trarza recibieron la certificación de libres de defecación al aire libre, lo que contribuye a un mejor saneamiento de las zonas rurales. Más de 6.000 estudiantes y 90 maestros recibieron formación en materia de higiene y saneamiento. Se crearon seis incineradoras para destruir los residuos biomédicos.
• El programa mejoró la capacidad nacional para entender mejor la relación entre pobreza y medio ambiente. Asimismo, facilitó el uso, por primera vez, de una evaluación medioambiental y social estratégica y de un análisis integrado de los ecosistemas en Mauritania. Se desarrolló una estrategia nacional para la inclusión de las cuestiones  medioambientales en las políticas públicas y el programa contribuyó también a la integración del medio ambiente en los procesos de planificación locales.
• La ejecución de una evaluación integrada de los ecosistemas de humedal en cuatro zonas permitió conocer mejor la situación de esos ecosistemas y la relación entre pobreza y medio ambiente. Dentro de la campaña nacional contra la pobreza, el estudio analizó los servicios y beneficios potenciales derivados de estos ecosistemas. Se elaboraron un total de 102 indicadores medioambientales y 36 indicadores combinados. Tres departamentos formularon planes de desarrollo sostenible en el marco de la Agenda 21 con criterios participativos y de integración.

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